Aztlán, tiempo del no tiempo. La muerte de ABDALA apremia la selección de
un jefe militar que asuma el liderazgo previendo nuevos ataques. Caupolicán, pertenece
al clan de los araucanos, uno de los siete que conforman Aztlán, es convocado
ante el salón de la verdad donde se encuentra el tronco del árbol de la vida
para ser cargado como prueba de fortaleza espiritual y física. Este tronco
místico de los antiguos, conecta al mundo interior, donde deben ser capaces de luchar los valientes contra los más fuertes
temores sosteniendo el tronco, y sólo aquel que sea capaz de mantenerse en pie
por mayor tiempo será el Elegido, el Itzá.
“toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz…..”